De un evento traumático que terminó despertando mi interés, comprendí que mis experiencias personales eran comunes a muchos otros y que sí era capaz de superar esa etapa, estaría en otro nivel mental; entendí que, la vida, tiene esos procesos que permiten la evolución del ser, desde el plano psicológico, mental y social.
Y lo más relevante es como se retroalimenta entre la crianza, el desarrollo personal y el cumplimiento de metas. Este símil me llevó a ver el “OROBUROS”, en todo este interactuar y correlación humana.
Al cumplir 28 años de carrera artística hice un alto, replanteé también términos, formas y elementos de trabajo y en el año 2014 tuve una luz al recordar materiales vistos en la Universidad, pero que en su momento no eran de mi dominio, materias como las resinas líquidas transparentes me interesaban (pet, plexiglás, acrílicos de colores, también crayolas, chaquiras), elementos pre diseñados que pudieran simbolizar los juegos de los niños para luego entrar en la experimentación, era empezar todo de nuevo (…) y pensé nuevamente en cómo se desaprende lo aprendido.
“La experiencia muy motivadora”
En el año de 2012 empecé un estudio sobre el desarrollo de una paleta artística que pudiera expresar felicidad y que generará sentimientos agradables en la psiquis del espectador, para que la manualidad expresará ‘un lenguaje universal’ y visual.
Mi intención es crear un mundo personal descubriendo que estaba a mí alrededor, pues el hecho de ser padre soltero me sensibilizó al ver como mi vida y la de mis hijos, se transformaban y quise mostrar eso en el trabajo, para lograr una abra única e irrepetible, encontrando una veta en la directriz de los pensamientos y camino en mi obra, para que fuera muy personal.
Estudié también el proceso creativo de Picasso, Mondrian y el planteamiento del constructivismo y la deconstrucción, esto me llevo a leer sobre el ser y el tiempo de Martin Heidegger, en el que se establece un hilo conductor desde el fundamento antológico hasta el código ergo sum, - Descartes- .
El tratado de Aristóteles, sobre el tiempo y la obra y doctrina Kantiana y la obra de Derrida dando como origen a TIEMPO= Acumulación de experiencias, igual a olvidar el sentido del ser como temporal, que propone el tiempo como una problemática de la temporalidad.
Jacques Derrida recupera y traduce la deconstrucción dando como punto de partida “la reducción a la nada”, un ser en blanco sin gustos, sin propósitos más lo que sus padres y seres a su alrededor le puedan mostrar.
Basado en esto y en mi compromiso como artista, divido la vida del ser en tres etapas posibles para expresarlo en la obra.
MUNDOS INTERNOS, EL PROBLEMA, MUNDOS EXTERNOS